Orientar hacia el empleo

 ¡Hola de nuevo!

Toda tu vida sigue un cauce medianamente normal hasta que llegas a bachillerato y te toca elegir. A tan pronta edad es difícil saber qué te gusta o qué se te da bien, por ello es necesario una buena orientación desde el centro educativo para obtener un feedback sobre sus capacidades, y recibir información actualizada sobre las diferentes salidas laborales a las que se puede acceder.

 
Pasado bachillerato, muchos nos aventuramos en una carrera que, a priori, puede parecerte atractiva por las asignaturas, por opiniones externas o, muchas veces, por presión de grupo.

    
Yo decidí introducirme en el mundo de la Economía porque en bachillerato me gustó muchísimo las asignaturas, pero creo que todos estábamos un poco como Homer el primer día de clase.

Pero... ¿Cuántos de nosotros hemos podido llevar a la práctica lo que hemos estudiado durante la carrera? 

Durante nuestro primer día en el máster llevamos a cabo una ronda de presentación, donde cada uno fue diciendo su nombre, su especialidad y si durante la carrera realizó prácticas en empresa o no. Así es como nos dimos cuenta de la falta de experiencia con la que salimos los titulados universitarios. En muchas universidades o no existen o no son obligatorias, haciendo así que muchas personas opten por algo más 'sencillo' y opten por escoger otra asignatura, provocando salir al mercado laboral con ningún mes de experiencia. Por lo tanto, entendemos que lo deseable sería unas prácticas obligatorias que fueran supervisadas por la universidad (y, a ser posible, con unas mejores condiciones).

Esto por la parte universitaria pero, ¿qué ocurre con los que optan por la Formación Profesional? Hoy en día es una de las mejores salidas que podemos encontrar, y sus bajas tasas de paro así lo corroboran. Además, se está intentando implementar una Formación Profesional Dual, es decir, una formación en la que el objetivo es combinar la enseñanza con el aprendizaje de tal modo que la formación se imparte alternativamente en el centro educativo y en una empresa, dando la posibilidad al alumno de poner en práctica sus conocimientos y de mostrarles la realidad del mundo laboral.

Aunque algunos compañeros hablarán sobre la motivación, creo que también es interesante tener en cuenta ciertas actividades que ayudan tanto a la orientación al empleo como a la motivación. Bien es sabido que en muchos institutos se impulsan ciertas actividades en grupo como son el canguro matemático o los concursos de robótica. Este tipo de actividades permiten el apoyo entre el grupo y también poder palpar lo que algún día podrán encontrarse en el mercado laboral.

Por último, es muy necesario revisar las asignaturas que se imparten a los alumnos dado que muchas de ellas no han sido modificadas en décadas, provocando una desactualización y, por lo tanto, no siendo fieles a lo que podemos encontrar en el mercado laboral.

Y ya para finalizar, propongo la inclusión obligatoria de materias como la educación financiera, en la que los alumnos aprendan los conceptos básicos de la economía del día a día (qué tener en cuenta para pedir un préstamo, cómo leer una nómina, etc).


¿Qué opináis? ¿Creéis que vuestros estudios os enfocaron correctamente para el mercado laboral?

¡Os leo en comentarios!